Uno de los poblados favoritos de la gente en la Ciudad de México y sus alrededores es sin duda Real del Monte y no hay duda de las razones por las cuales esta bello y cuasi mágico lugar ha retomado sus antiguas glorias capitalizando su experiencia pasada, su historia y buscando un brillante futuro que construye día con día. Catalogada antiguamente como la población habitada a mayor altura de todo el país, con una altura media de 2,660 metros sobre el nivel del mar (en el centro del pueblo) te recomiendo que siempre que pienses siquiera en visitar el pueblo te prevengas con unos zapatos antiderrapantes, un sweater ligero y uno más grueso y de preferencia que sea impermeable pues el clima amerita ir bien preparado. Dentro del pueblo puedes encontrar de todo, hoteles boutique, hoteles modestos, tiendas de piedras y cristales, platerías, talleres de artesanías, cantinas, un recorrido nocturno de leyendas, un turibús que te lleva por varios sitios de interés, una iglesia hermosísima pero que no abre más que para un par de festividades en semana santa, un kiosko bonito para tomar fotos desde ahí, minas abandonadas, minas museo, expendios de pastes, restaurantes excelentes y (supuestamente) la cancha donde se jugó football soccer por primera vez en México. Dependiendo la semana podrás participar del festival del paste, del festival de la plata, de la procesión del silencio y demás ritos ligados a la semana católica de la fe católica y muchos otros festivales pequeños pero ruidosos, en fin, personalmente tengo 30 años de ir frecuentemente y aún no me aburro.
Tiempo libre
¿Por dónde empezar? El poblado tiene muchas callecitas con cosas interesantes, el bonito todo el año. Te recomiendo que inicies tu recorrido por la calle principal y veas las tiendas y restaurantes que hay sobre esa calle, el pan de “El Charro” es muy sabroso. En la tienda de Lía podrás encontrar cosas de piel, patas de conejo y detalles de ese estilo; hay varios lugares donde puedes conseguir bonitas prendas de lana que, en caso de que te sorprenda el clima, te mantendrán caliente durante tu estancia. Al llegar a la primera iglesia, encontrarás la Cantina “La especial de Chalío”, sugiero tomarte unos minutos y beber algo a la salud de Chalío, quien por desgracia ya no está con nosotros para atendernos como sólo él. Si acaso el Santuario del Señor de Zelontla está abierto, aprovecha y conócelo (es la iglesia que está cruzando la calle después de la cantina de Chalío).
Frente al santuario está el mercado, ahí encontrarás cosas para comprar, comer y un mirador interesante en el segundo piso, a la salida y caminando hacia el kiosko del pueblo, comenzarás a ver muchas más tiendas para decorar tu casa, un lugar donde venden buen café y al llegar a la esquina encontrarás la Plaza Principal y la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que también es bonita. La semana santa es cuando más bonito adornan esta iglesia ya que la procesión del silencio culmina ahí.
Por supuesto no te puede faltar visitar la mina La Dificultad. Validad disponibilidad y visítala, es un recorrido super interesante por la historia minera del lugar.
¿Dónde comer?
Hay magníficas opciones para todos los presupuestos y gustos pero te daré algunas de las mejores que he encontrado:
El Serranillo – Comida típica de la región combinada con antojos y menú más tradicional. Seguro encuentras algo que te guste. Este restaurante es un orgullo ya que los dueños se han ido transformando y adaptando a los tiempos modernos, hoy son dueños de su restaurante y de un hotel también. Excelente servicio, alimentos de alta calidad y precios justos.
Restaurante Real del Monte – Excelente comida, buena ambiente, gran servicio. El reto es entrar. El dueño usualmente está en el establecimiento viendo que todo marche en orden y no porque no tenga otras cosas que hacer sino porque es un apasionado del servicio al cliente, además es un tipazo.
Restaurante Carlota – ubicado dentro del Hotel Real de la Plata, es un muy buen lugar, lejos del centro, con poca gente. Los alimentos son buenos, el servicio es bueno, no hay tanta gente y encuentras mariscos en varias presentaciones.
El Hiloche – A las afueras del pueblo está un pequeño paraje que se llama el Hiloche, ahí venden, principalmente, antojería mexicana… pero vale TODA la pena.
¿Te quedas a dormir?
Si tienes la fortuna de quedarte en el pueblo vas a encontrar opciones de varios tipos:
El hotel J&E, del Serranillo aparece como una buena opción por todos los servicios que te brinda y la facilidad de desayunar en el Serranillo.
El Hotel Real de la Plata es concurrido y tienen buen servicio al cliente.
El Hotel Real del Monte, es una casa del siglo XIX con 15 habitaciones y un jardín muy bonito cerca de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
Mexican curious
Hay unos portales a un costado de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, ahí puedes encontrar los mejores talleres de platería del pueblo, todos tienen cosas diferentes e increíbles. El taller SK Plata es uno de los mejores, inclusive, si tienes un diseño, ellas lo hacen; llevan más de 30 años en el negocio y son garantía, además muchos días atienden las dueñas o su mamá, quien es un encanto. Llegando al hotel los Portales hay un pasaje, adentro encontrarás MAS tienditas y cosas para ver, recomiendo que vayas. Más abajo te recomiendo que comas un paste en Pastes el Portal (sólo uno para que puedas probar otros posteriormente, como los de Real de Plateros, los Cornish o los de La Montaña Real).
Foto de Andrea Calzada en UnSplash